Microsoft está apostando fuerte por la inteligencia artificial. Desde el pasado mes de mayo, cada dos meses ha adquirido una empresa relacionada con este campo y no parece que vaya a detenerse esa inversión. Pero no es una empresa, sino el trabajo de un interino en el Microsoft Research Lab de Beijing de lo que os queremos hablar ahora.
Kaidi Cao estudió en la Universidad de Stanford y el pasado mes de diciembre decidió unirse al equipo del Visual Computing Group de Microsoft para trabajar sobre redes neuronales. Se trata de un sector con mucha actividad y a lo largo de este año hemos visto resultados sorprendentes. ¿Para qué han decidido aplicar la IA en este caso? Para crear ‘CariGANs’ o lo que se podría definir como caricaturas generadas mediante inteligencia artificial.
El primer paso es identificar la geometría del rostro
Para desarrollar estas caricaturas se necesita obtener y entender una serie de patrones del rostro. Es lo que ellos han denominado ‘CariGeoCAN’, una serie de algoritmos que mapean los rostros y establecen los puntos característicos. En segundo lugar, aplican lo que llaman ‘CariStyGAN’, que es básicamente la parte donde se aplica el estilo artístico de la caricatura.
Combinando estas dos partes logran obtener caricaturas con estilos diferentes, pero la mayoría de ellas suficiente vistosas como para poder hacerse pasar por el trabajo de un dibujante. De hecho, para poder entrenar a esta IA y que aprenda cómo son las caricaturas, el sistema ha trabajado con miles de dibujos hechos a mano previamente.
Entre los dibujos que se ofreció a la IA para que entendiese los rasgos principales tenemos desde artistas profesionales a deformaciones más básicas. Los investigadores calculan la eficiencia y sobre todo la exageración de las formas de la cara. Por ejemplo, la distancia a la que se encuentran los labios o la amplitud que suele aplicarse a la nariz.
Una vez realizados los cambios, los investigadores propusieron a una serie de usuarios que intentasen descubrir cuáles eran reales y cuáles generados mediante IA. Los datos dieron que el 22,95% de las veces la gente prefería los artificiales frente a los tradicionales a mano. Unos buenos datos aunque no suficientes para ese nivel del 50% donde significaría que se ha logrado un nivel de precisión y realismo similar a los reales de los artistas.
Desde imágenes hasta frames de vídeo
Estas caricaturas pueden generarse a partir de otras imágenes pero también de frames concretos de un vídeo. Es el ejemplo que mostramos justo a continuación con un pequeño vídeo del presidente de los EEUU, Donald Trump. De cada una de las expresiones y en función de cómo mueve la boca, la IA genera una caricatura diferente incidiendo en aspectos del rostro distintos.
El algoritmo permite aplicar formas de caricaturas muy diferentes, desde un estilo más pintoresco hasta uno más animado. Formas de dibujos hay tantos como artistas, pero los ingenieros de Microsoft nos muestran algunos ejemplos.
Los ‘CariGANs’ tienen una función extra más allá de generar caricaturas. También pueden utilizarse para determinar cómo es la persona original. Un método que abre la puerta al reconocimiento del rostro a partir de caricaturas. Ingeniería inversa con un gran potencial para mejorar el desbloqueo facial.
Las imágenes resultantes a veces dan una sensación extraña, pero muchas caricaturas también ofrecen este aspecto tan estrafalario. La creación de esta inteligencia artificial es un nuevo episodio en cómo el arte se relaciona con la tecnología, otro ejemplo más de cómo las IA son capaces de realizar tareas que hasta hace poco creíamos reservadas únicamente para los humanos.
Parece que todavía queda lejos el día en que el trabajo de estas IA sean indistinguibles a lo que hacemos nosotros, pero trabajos como este muestran hasta qué punto se está avanzando.
Vía | TheNextWeb
Más información | Departamento de Inteligencia Artificial de la Universidad de Stanford