Así es el juego en el que todos jugamos. Te compras un móvil de ultimísima generación , con 3G, cámara de 14 megapíxeles, con GSM, pantalla retina, sumergible, video FullHD…etc, etc…y…a los 2 meses el mismo fabricante lanza al mercado un nuevo modelo con 4G que ahora es lo último en velocidad de conexión de red, cámara de 16 megapíxeles, super full HD…y ya sabemos como continúa, ¿no?
El caso es que, o bien somos objeto de este continuum marketiniano que nos hace querer estar siempre a la última, o bien somos víctimas de la dichosa obsolescencia programada, es decir, que te compras el móvil ultimísimo modelo…y no pasan ni dos años en que se te rompa la pantalla, o que sea incompatible con el sistema operativo o directamente que ni encienda.
Por ello, aquellos que mantienen el concepto romántico de los objetos se preguntan ¿Qué podemos hacer? Y , bueno, pues depende para que, por increíble que nos parezca, van surgiendo algunas propuestas interesantes, y lo que es más importante, viables.
De este modo, ha surgido PhoneBlocks, un prototipo de teléfono móvil que recuerda a un Lego, sí, sí, tal cual suena. Se trata de un teléfono compuesto por 3 placas. En la primera va la pantalla, en la segunda se encuentra la base que conecta la pantalla por un lado y en la parte trasera van conectados los diferentes módulos en función de lo que el usuario quiere de un móvil. Todo va por piezas, con lo que si se estropea una de ellas, o se queda desfasada, no hay más que comprar una nueva en vez de tener que renovar el móvil por completo.
Lo peculiar de este prototipo es que, su creador, Dave Hakkens, se ha valido de Internet y de las redes sociales para su campaña de lanzamiento y durante semanas todos se han hecho eco de la noticia y ha sido uno de los contenidos más viralizados. La propuesta necesitaba alcanzar un número de seguidores para iniciar el proceso de fabricación de los productos, y ahora mismo ya va por el 105 %, lo cual demuestra la buena acogida de la iniciativa.
Del mismo modo, otra iniciativa que me ha sorprendido en este sentido es la de los colchones personalizables, de la empresa Descansare, que a través de la creación de un mapa antropométrico ( que puedes realizar tú mismo en Internet) y con otras variables crean un colchón diseñado a tu medida, por piezas, con lo que puede modificarse la disposición de las mismas, e incluso sustituirlas.
FUENTE: http://www.hydrasocialmedia.com